En 1986 se
incorpora España a la comunidad económica europea. Y en enero de 2001 llega el
euro a España, donde los españoles lo abrazan con mucho entusiasmo más que el
resto de los países, porque esto significaba el camino de la libertad y
democracia que deseaban. El estado español firma el tratado de la Unión Europea
aceptando la moneda única Europea ¨Euro¨ sin medir las consecuencia que con
ello traía, esto quiere decir que, al entrar España en este tratado renuncia al
poder que ejerce su banco central y pasa
a depender del Banco Central Europeo (BCE).
El BCE es
una institución independiente que su principal función es la de imprimir
dinero, comprar la deuda pública y con ello bajar los intereses y evitar que
los mercados financieros especulen con la deuda del país. Pero la realidad es
que gracias al artículo 123 el BCE no
podrá comprar deuda pública de los Estados, con lo cual esto destroza a España,
porque no tenemos más remedio que pedir préstamos a los bancos privados con
elevados intereses que llegan incluso al 7%. Además nos encontramos frente a la
especulación de los mercados financieros
El BCE
favorece a los bancos privados, ya que, a estos les presta dinero a bajísimos
intereses (incluso 0,75%) y ellos hacen el negocio perfecto elevando a un gran
porcentaje los intereses con los que luego nos prestan el dinero.
En pocas
palabras España está en manos del BCE, no tiene el poder suficiente para salir
de esta. Y como si no fuera poco nos ponen como condición, realizar recortes y reformas: disminución de salarios y la protección social, fomentar
la privatización del Estado de bienestar (pensiones, sanidad, educación etc.),
con lo cual, no hay mas remedio que obedecer a los grandes bancos privados
alemanes porque dependemos de sus préstamos y también la gran deuda la tenemos
con ellos.
Y todo esto
es lo trajo consigo nuestro querido Euro, pero aun así, ¿Hizo bien el gobierno
de aquella época (no tan lejana) de unir a España en la moneda unitaria
Europea?
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