jueves, 25 de abril de 2013

PARA ESCRIBIR. Por Laura García, "Profetas del Dios Dinero"

Desde los años 40 hasta los 70, España vivía en una autarquía con el régimen de Franco, época en la que el país no era destacado por su economía, ya que Franco pretendía que el dinero de España se quedase y se moviese en España y nada más; una política que declaraba la ruina económica del país. Con la muerte de Franco, España empieza a experimentar la libertad, pudo ampliar sus mercados y empezó a adquirir cierto auge económico reforzado en gran parte por el turismo (mayoritariamente británicos, que en muchos casos, acababan trasladándose de su país al nuestro). Todo esto llegó con la democracia, prometiendo al pueblo español poder tomar decisiones con respecto a su país. Por este motivo, España recibió la noticia de su incorporación a la Unión Europea con los brazos abiertos, ya que después de los tiempos pasados parecía que todo iba mejor. Gracias al dinero que nos subvencionaban la Unión Europea, las comunidades autónomas invirtieron en la estética de las ciudades para atraer al turismo (en Valencia por ejemplo, la ciudad de las artes y las ciencias, tuvo un coste de 1.700 millones, coste excesivo al que hay que añadir el posterior del mantenimiento; en Castellón un aeropuerto de más de 150 millones y que ningún avión ha pisado; en San Miguel un gran polideportivo de 400.000 euros que apenas se utiliza, puesto que la gente no tiene dinero para pagar las cuotas; y como esto, hay miles de proyectos de elefantes blancos en toda España) y en la vivienda, incluso se tomaron la libertad de convertir tierras agrícolas en suelos urbanizables, aprovechándose de La Ley del Suelo, la cual permitía a los municipios decidir qué terrenos eran edificables y cuales no. España es un país en el que se deberían de construir 250.000 viviendas al año, pero en estos momentos la cifra alcanzaba las 750.000, provocando que el trabajo en el sector de la construcción fuese motivo para que los jóvenes dejasen sus estudios para ponerse a trabajar en la construcción. Españoles y extranjeros que habían inmigrado aprovechaban que el coste del suelo era barato y se dedicaron también a construir viviendas para venderlas o alquilarlas y poder vivir de ello sin necesidad de trabajar. Los bancos y las cajas concedían hipotecas y préstamos a diestro y siniestro. En la cantidad de dinero que te daban prestado te daban el 100% de la vivienda, para comprarte un vehículo o hacer un viaje. España parecía que estaba encontrando la estabilidad económica. El cambio de moneda de la peseta al euro a la larga supuso un problema para la economía española que en 2008, con el estallido de la burbuja financiera de EE.UU. y la bancarrota de Lehman Brothers, se vio salpicada. En ese momento parecía que sólo era un leve descenso del porcentaje de parados, pero luego nos fuimos dando cuenta de que España de todo ese dinero que se había gastado anteriormente había dejado una deuda enorme que pretenden pagar haciendo recortes en educación, sanidad y subida de impuestos por ejemplo, ya que era la manera más fácil de engañarnos para no tener que renunciar ellos a su nivel de vida. Esto ha provocado que la gente pase hambre, que se queden sin casa, que incluso mueran y los políticos a pesar de que saben que nosotros sabemos que son unos ladrones, piden ayuda a otros países para saldar su deuda. Cataluña al ver esta situación pretendía lavarse las manos pidiendo la independencia, aunque al final ha resultado una misión fallida. Actualmente muchas personas se echan a la calle, la mayoría jóvenes, para reivindicar sus derechos para una vivienda digna, un trabajo, sanidad, educación (a día de hoy la educación es muchísimo menos asequible) … ya que como consecuencia de la burbuja inmobiliaria hay muchos pueblos fantasmas, a pesar de haber gente desahuciada que se queda en la calle con un brazo delante y otro detrás; farmacias que se plantean el cierre debido a la escasez de medicamentos; y, la falta de presupuestos para la construcción de escuelas sustituyéndolas por escuelas contenedores, además de desempleo y desigualdad social. España es el país que actualmente tiene mayor cifra de desempleados, 6.202.700 de parados que se enfrentan a la pobreza. Esta cifra es equivalente al 26%. Siete trimestres seguidos de subida de paro, muestra de lo bien que funciona la reforma laboral. Con motivo de esto, muchos jóvenes españoles que tienen sus carreras, toman la decisión de salir del país para buscar empleo en otros países. Viendo la situación en la que se encuentra el país y que millones de personas llevan años parados y sin opción a ser contratados por ningún empresario, no les queda más remedio que emigrar al extranjero. Lo que queda claro es que el único derecho que no nos podrán arrebatar a los ciudadanos es el de exigir lo que nos pertenece.

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