"El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender" Plutarco
domingo, 14 de julio de 2013
PREPARATORIA PARA SEPTIEMBRE
Descentralización de las políticas sociales: el fenómeno de los trasvases de población de unas regiones a otras. Mecanismos que evitan estos trasvases. El ejemplo de un país y su comparación con el modelos autonómico español.
Sobre este tema destacar que la mayoría de los países con un Estado de Bienestar desarrollado optan por encomendar las políticas sociales a las administraciones subcentrales y locales.
La descentralización es el modelo más viable. La justificación de esta afirmación la encontramos en el hecho de que son las administraciones locales las más próximas al ciudadano, las que mejor conocen preferencias y necesidades de estos y, por tanto, es más eficiente que sean estas administraciones las responsables de la provisión de servicios en materia social. Nos permite contextualizar, adaptar las políticas sociales a la realidad de cada territorio. En cambio la centralización no es viable, no hay contextualización, las políticas sociales en cierto modo vienen impuestas de antemano por un gobierno central que desconoce la realidad y las necesidades reales de cada territorio.
Los trasvases de población de una región a otra es un elemento muy a tener en cuenta, no tener esto presente puede llevar a la creación de una serie de asimetrías tanto de desarrollo económico como de prestación de servicios públicos entre territorios. Además el efecto que se produce es doble, por un lado las regiones con un desarrollo menor se van despoblando de forma progresiva ya que las poblaciones se trasladan a otras zonas donde las condiciones de vida son más ventajosas. Las zonas que se van despoblando cada vez tienen más problemas para mantener la prestación de servicios públicos a la ciudadanía ya que al haber cada vez menos contribuyentes los presupuestos son menores. En el lado contrario de la balanza tenemos las regiones que reciben a estos trasvases de población, que aunque, es cierto que van a ver como sus cuentas públicas van a engordar debido al aumento de contribuyentes van a tener redoblar esfuerzos para dotar de cobertura social a este aumento de población.
Los trasvases de población pueden llegar a ser un problema muy serio para un país, ya que si no se actúa sobre el problema de forma eficiente se producen profundas desigualdades sociales entre territorios.
La solución al problema pasa por las transferencias de fondos entre territorios. Es un mecanismo de solidaridad entre regiones para que todas puedan ofrecer los mismos niveles de protección social. Las regiones más ricas transfieren fondos a las menos desarrolladas, con esto se consigue que todas los territorios dispongan de servicios públicos de calidad similar. El efecto es doble, por un lado evitamos la despoblación de unas zonas y por otra la sobrepoblación de otras.
Un ejemplo significativo es el de los países nórdicos, con un modelo socialdemócrata, como por ejemplo Finlandia. Tanto como si vives en la Laponia Finlandesa como en Savonia del sur vas a disfrutar de los mismos niveles de calidad educativa, sanitaria, prestaciones por desempleo, ayuda a la familia, etc. Todo lo contrario a lo que sucede en España, basada en el modelo latino, pero con peculiaridades (es un modelo descentralizado hacia los gobiernos intermedios, un modelo a caballo entre el modelo anglosajón y el modelo federal), donde las diferencias entre regiones como pueden ser Andalucía o Navarra son abismales.
Sobre este tema destacar que la mayoría de los países con un Estado de Bienestar desarrollado optan por encomendar las políticas sociales a las administraciones subcentrales y locales.
ResponderEliminarLa descentralización es el modelo más viable. La justificación de esta afirmación la encontramos en el hecho de que son las administraciones locales las más próximas al ciudadano, las que mejor conocen preferencias y necesidades de estos y, por tanto, es más eficiente que sean estas administraciones las responsables de la provisión de servicios en materia social. Nos permite contextualizar, adaptar las políticas sociales a la realidad de cada territorio. En cambio la centralización no es viable, no hay contextualización, las políticas sociales en cierto modo vienen impuestas de antemano por un gobierno central que desconoce la realidad y las necesidades reales de cada territorio.
Los trasvases de población de una región a otra es un elemento muy a tener en cuenta, no tener esto presente puede llevar a la creación de una serie de asimetrías tanto de desarrollo económico como de prestación de servicios públicos entre territorios. Además el efecto que se produce es doble, por un lado las regiones con un desarrollo menor se van despoblando de forma progresiva ya que las poblaciones se trasladan a otras zonas donde las condiciones de vida son más ventajosas. Las zonas que se van despoblando cada vez tienen más problemas para mantener la prestación de servicios públicos a la ciudadanía ya que al haber cada vez menos contribuyentes los presupuestos son menores. En el lado contrario de la balanza tenemos las regiones que reciben a estos trasvases de población, que aunque, es cierto que van a ver como sus cuentas públicas van a engordar debido al aumento de contribuyentes van a tener redoblar esfuerzos para dotar de cobertura social a este aumento de población.
Los trasvases de población pueden llegar a ser un problema muy serio para un país, ya que si no se actúa sobre el problema de forma eficiente se producen profundas desigualdades sociales entre territorios.
La solución al problema pasa por las transferencias de fondos entre territorios. Es un mecanismo de solidaridad entre regiones para que todas puedan ofrecer los mismos niveles de protección social. Las regiones más ricas transfieren fondos a las menos desarrolladas, con esto se consigue que todas los territorios dispongan de servicios públicos de calidad similar. El efecto es doble, por un lado evitamos la despoblación de unas zonas y por otra la sobrepoblación de otras.
Un ejemplo significativo es el de los países nórdicos, con un modelo socialdemócrata, como por ejemplo Finlandia. Tanto como si vives en la Laponia Finlandesa como en Savonia del sur vas a disfrutar de los mismos niveles de calidad educativa, sanitaria, prestaciones por desempleo, ayuda a la familia, etc. Todo lo contrario a lo que sucede en España, basada en el modelo latino, pero con peculiaridades (es un modelo descentralizado hacia los gobiernos intermedios, un modelo a caballo entre el modelo anglosajón y el modelo federal), donde las diferencias entre regiones como pueden ser Andalucía o Navarra son abismales.