domingo, 14 de julio de 2013

PREPARATORIA SEPTIEMBRE

Los profesores V. Navarro, J. Torres y A. Garzón no proponen alternativas a las políticas neoliberales aplicadas en nuestro país y en Europa. De las dos alternativas que te presento, escoge una y explícala: •Otro modelo productivo •Acabar con el cinismo del comercio internacional

1 comentario:

  1. El sistema capitalista solo responde a una máxima: el crecimiento económico, es como una bicicleta, en el momento que dejas de pedalear te caes.

    El capitalismo se basa en la competición, los trabajadores compiten con otros trabajadores, las empresas con otras empresas y también se compite entre países.

    El modelo productivo en el que se ha basado España en la última década ha sido el ladrillo. Un modelo basado en la especulación, el endeudamiento y la corrupción.

    El modelo productivo actual por el que ha optado España es crecer hacia afuera, crecer vía exportaciones. No olvidemos que estamos en una economía globalizada, en la que cada país a ido especializándose en determinados sectores. Para qué este modelo funcione hay dos opciones:

    1º optar por innovar, o sea invertir en I+D+i y así ofertar al mercado productos con un alto valor añadido como hacen países como Finlandia, Alemania o Japón que son punteros en áreas como biotecnología, robótica, nanotecnología, productos farmacéuticos, aeronáutica, etc. Esto como hemos dicho en otras ocasiones requiere de una fuerte inversión en I+D+i y los resultados son visibles solo a medio y largo plazo. Pero este no es el caso de nuestro país, donde lo que se busca son beneficios inmediatos. Esto en parte se explica por los llamados ciclos económicos y ciclos políticos. Los ciclos económicos son lentos y ha de pasar mucho tiempo para obtener resultados, en cambio los ciclos políticos son cortos (4años) por lo que los políticos siempre van a buscar las vías más rápidas para conseguir rédito político.

    2º optar por exportar productos baratos que además son poco diferenciados, esta es la opción por la que se ha apostado en España. Para qué este modelo productivo sea viable el reclamo son los bajos precios, que sólo se consiguen a costa de devaluar salarios, lapidar derechos laborales y acrecentar desigualdades sociales. Es seguir el ejemplo de crecimiento chino. La prueba irrefutable de la Chinalización de nuestro mercado laboral la tenemos en la actual reforma laboral.

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