La cultura fiscal en España se basa en que somos un país reticente a pagar impuestos, no valoramos su utilidad como herramienta de redistribución de la riqueza y eliminación de desigualdades, no somos conscientes de que es una pieza clave para la financiación de un Estado de Bienestar desarrollado.
No somos conscientes que pagar impuestos revierte en un beneficio para el conjunto de la sociedad. Esto en países como Suecia o Finlandia no sucede, allí las personas pagan sus impuestos con mucho gusto y no existe la picaresca de buscar fórmulas para evitar pagar como en nuestro país. Ademas de que poseen una fiscalidad progresiva.
En España el sistema fiscal es deficitario y muy regresivo, en el que la mayor parte de esfuerzos recaen sobre la clase trabajadora y al mismo tiempo el Estado pone en práctica mecanismos para que grandes fortunas y grandes empresas no paguen lo que les corresponde o que directamente no paguen nada (SICAV, impuesto de sucesiones, impuesto de patrimonio, bonificaciones para las grandes empresas, paraísos fiscales...). No hay que olvidar que toda esta serie de mecanismos que apoyan el fraude fiscal suponen un déficit social que ronda entre los 70.000 y 92.000 millones €.
Esto tiene consecuencias muy graves para el mantenimiento del Estado de Bienestar, ya que su sostenimiento va a depender en gran medida del crédito privado. Habrá que acudir a los mercados internacionales y emitir deuda pública. Desde este momento nos sobreexponemos a la avaricia de los especuladores, que siempre intentarán cobrarnos el interés más alto que puedan.
Si dispusiéramos de un sistema fiscal progresivo y una educación ciudadana no estaríamos tan expuestos a los buitres financieros.
La cultura fiscal en España se basa en que somos un país reticente a pagar impuestos, no valoramos su utilidad como herramienta de redistribución de la riqueza y eliminación de desigualdades, no somos conscientes de que es una pieza clave para la financiación de un Estado de Bienestar desarrollado.
ResponderEliminarNo somos conscientes que pagar impuestos revierte en un beneficio para el conjunto de la sociedad. Esto en países como Suecia o Finlandia no sucede, allí las personas pagan sus impuestos con mucho gusto y no existe la picaresca de buscar fórmulas para evitar pagar como en nuestro país. Ademas de que poseen una fiscalidad progresiva.
En España el sistema fiscal es deficitario y muy regresivo, en el que la mayor parte de esfuerzos recaen sobre la clase trabajadora y al mismo tiempo el Estado pone en práctica mecanismos para que grandes fortunas y grandes empresas no paguen lo que les corresponde o que directamente no paguen nada (SICAV, impuesto de sucesiones, impuesto de patrimonio, bonificaciones para las grandes empresas, paraísos fiscales...). No hay que olvidar que toda esta serie de mecanismos que apoyan el fraude fiscal suponen un déficit social que ronda entre los 70.000 y 92.000 millones €.
Esto tiene consecuencias muy graves para el mantenimiento del Estado de Bienestar, ya que su sostenimiento va a depender en gran medida del crédito privado. Habrá que acudir a los mercados internacionales y emitir deuda pública. Desde este momento nos sobreexponemos a la avaricia de los especuladores, que siempre intentarán cobrarnos el interés más alto que puedan.
Si dispusiéramos de un sistema fiscal progresivo y una educación ciudadana no estaríamos tan expuestos a los buitres financieros.